Tenemos, de sobra, los mejores jugadores del mundo y, de largo, los peores árbitros. No creo, como muchos argumentan, que se trate exclusivamente de que exista el Villarato o no, que es obvio que existe, sino de las verdaderas razones por las que los árbitros arruinan partidos de fútbol como el de ayer.
El Gas y la madre que lo parió
Las empresas prestadoras de servicios públicos siguen abusando de los consumidores con servicios de atención al cliente lamentables, precios abusivos y nula transparencia. Para colmo, los sucesivos gobiernos las amparan en sus malas prácticas y las premian con más y mejores concesiones.