En Cataluña hay gente maravillosa, mucha además. Durante una época de mi vida tuve una relación estrecha con mucha gente de cataluña y guardo un bonito recuerdo de aquella época y de todas esas personas. Mi preferencia por los vinos espumosos durante la comida y los vermús en los apertitivos son fruto de esa etapa.
Desgraciadamente, de una época a esta parte y haciendo gala de una mente bastante reducida, la casta política de Cataluña está maltratando la región de todas las formas imaginables y de las maneras que todos conocemos. En el tema del idioma, siempre he pensado y sigo pensando que no hay nada malo en el exceso de conocimiento, por lo que me parece magnífico que los niños allí aprendan, además de castellano, catalán, inglés o cualquier otro idioma por el que tengan curiosidad o sientan atracción. Ahora bien, tan amigo soy de las oportunidades como enemigo de las prohibiciones y, no nos engañemos, el uso del castellano en Cataluña va camino de estar prohibido en todos los ámbitos (recordemos que en algunos ya lo está).
El objetivo de este post, en cualquier caso, no es repetir lo que todos los que tenemos un par de neuronas sabemos acerca de la estupidez absoluta de este tipo de normas en contra del castellano -idioma que, recordemos, hablan unos 500 millones de personas como primera lengua, es el segundo en uso del mundo por detrás del chino y es uno de los 6 idiomas oficiales de la O.N.U.-, sino más bien llamar la atención sobre las nefastas consecuencias que la política de «lengua defectuosa» (me niego a llamar política lingüística a las normas sin sentido que rigen en la región) está teniendo en cataluña. Como una imagen vale más que mil palabras, ahí va la imagen:
Este cartel, fotografiado hoy en un centro de salud de Cataluña, nos da una idea de cual es la situación: La administración hace un esfuerzo por obviar la realidad (el castellano lo habla allí casi todo el mundo) y usa en centros oficiales lenguas como el árabe o el inglés en lugar de usar la lengua materna de una ingente cantidad de personas allí, que no es otra que el castellano.
Supongo que el texto en catalán está correctamente escrito. De árabe ando regular, pero de inglés no voy mal del todo y ahí me han dado. ¿Quién demonios es el enterado de turno que ha redactado la traducción al inglés? Creo que no se puede traducir peor! No voy a poner aquí todos los errores que hay en la traducción porque este post se haría eterno, pero creo que quedan de manifiesto la mayoría de manera clara con tan sólo leerlo una vez.
En realidad, este cartel no es más que el reflejo de lo que está ocurriendo allí: Estos políticos prefieren hacer el ridículo permitiendo la redacción patética en un idioma que aparentemente desconocen antes que redactar correctamente en un idioma que conocen y, además, habla más gente que el primero… allí y en el resto del mundo.
¿Cómo se puede ser tan anormal como para pretender que en Cataluña hay más gente que habla árabe o inglés que castellano? Si todos los Catalanes hablasen inglés así y no hablasen castellano, mal futuro tendrían en el panorama de la economía global. ¿Porqué se creen estos imbéciles que expresarse en castellano es algo malo para ellos cuando, en realidad, les abre la puerta a unos 500 millones de personas? ¿Qué mente pueblerina y retrógrada cree que restar conocimientos es mejor que sumarlos? Estas preguntas, a mi entender, tienen una sóla respuesta. Los políticos nacionalistas catalanes tratan de crear una sociedad en la que el conocimiento sea reducido a la idiosincrasia local como manera fácil y práctica de perpetuarse en el poder. Si sólo enseño lo que yo defiendo, me convierto en tu única alternativa.
Se trata, en definitiva, de una manera terrible de jugar con el futuro de muchas personas y condicionar lo que podrán llegar a ser en su vida. A mi me parece deplorable.