Los Nikis
Los Nikis

Buscando en Spotify algo de música para las cerca de tres horas de camino hacia Madrid me he topado con Los Nikis y me he puesto a escuchar los tres discos que aparecen allí. En el coche llevaba puesto un disco de recopilaciones y estaba escuchando la canción «La Fiesta Medieval«, de Los Nikis, cuando he llegado a la estación, así que por eso me ha dado por buscar a los Nikis cuando he subido al tren.

Lo cierto es que además de los dos discos que conocía de Los Nikis (Marines a Pleno Sol y La Hormigonera Asesina) he descubierto en Spotify un tercer disco, llamado Submarines a Pleno Sol y que está fechado en 1987, un año después del Marines a Pleno Sol. Examino la portada mientras escucho las canciones. Es una portada bastante sencilla, en la que aparecen los cuatro componentes del grupo en lo que aparenta ser un decorado bajo el mar. Uno de ellos lleva un polo de Lacoste negro, aunque de tres botones; otro lleva una camisa sport de rayas; el tercero una camiseta y el último una camisa que parece ser de tacto sedoso. Creo que si fuesen vestidos así por la calle hoy pasarían desapercibidos 23 años después (lo de los peinados es otro tema). O a lo mejor sólo me lo parece a mí porque 23 años después sigo poniéndome polos, camisetas americanas y camisas de sport (la seda nunca ha sido lo mío).

El caso es que mirando en su página web, veo que tienen más discos. Leyendo su historia compruebo que, incluso, en 1996 grabaron un disco clandestino en casa de uno de ellos sin prácticamente repercusión comercial. Resulta que el letrista del grupo es ahora piloto comercial de aviación, por lo que sólo puede dedicarse a escribir canciones entre vuelo y vuelo.

Visto que yo me sigo vistiendo igual que Los Nikis vestían hace 23 años y que el grupo sigue, de algún modo, vivo, lo que realmente ha cambiado en estos 23 años de música nacional es sin duda las letras de las canciones. Es harto difícil escuchar una canción actual que no hable de amor o de algo relacionado con el amor. Amores o desamores: esto son el 90% de las letras de la música  que se escucha hoy en día. Para ver la diferencia y entender a lo que me refiero, propongo a quién tenga valor para ello, escuchar un disco cualquiera de Bisbal o Bustamante y luego escuchar La Hormigonera Asesina (Los Nikis), o El Balneario (Un Pingüino en mi ascensor).  Es cierto que los discos de Bisbal y Bustamante están mucho más cuidados sonoramente y que niguno de los dos tiene la voz de pito que tiene el Pingüino o Emilio, el cantante de Los Nikis, pero las canciones de estos últimos al menos dicen algo (además de «Te quiero»).

En fin, que es refrescante escuchar canciones que hablan de otros temas, incluso si son canciones antiguas y además la mitad de ellas están escritas en tono de broma. Aquí os dejo una letra, que tiene bastante gracia, para que veáis a lo que me refiero. A ver quién adivina quién cantaba esta canción:


Ya no me preocupa la postura en que duermo,
Cada noche una aventura y ya no me amuermo
Todo mi tiempo es para la arqueología,
Es mi ilusión, mi sustento, mi única alegría.
Blandiendo mi pequeño azadón,
Soy carne de una superproducción,
Voy a encontrar el arca
O tal vez una sandalia de Amilcar Barca

Por fin
Arqueología en mi jardín
Ah um para yeh, yeh, yeh,
Sé que algún día encontraré,
Lo que busco

Busca por cuidado, mira en ese pedrusco
Es el sitio indicado, hay un sarcófago etrusco,
La palangana de Poncio Pilato
Una lentilla del primo de Viriato

Detrás de cada maceta
Puedes encontrar una teta
De la Venus de Milo,
Hay que actuar con sigilo.

Por fin
Arqueología en mi jardín
Ah um para yeh, yeh, yeh,
Sé que algún día encontraré,
Lo que busco

Sé que no debo traspasar la linea negra
Que separa los límites del huerto de mi suegra,
Pero es que al fondo hay algo que brilla,
Aunque me matará, si me pilla.

Te juro que sólo será un momento,
Estoy cavando, esto es más duro que el cemento,
Vuelo por los aires, vieja borracha,
Sembraste de minas tu campo de remolacha.

Que bien, que bien
Arqueología en el eden,
Ah um para yeh, yeh, yeh,
Sé que algún día encontraré,
Lo que busco.

One Comment

  1. Vivimos en la época del remake del remake. Falta imaginación, o es que simplemente no buscamos alternativas a la venta en masa. Las canciones no son más que remedos de canciones anteriores, que generalmente se destrozan. Con las películas pasa igual. Será cuestión de bucear en internet y encontrar no que no hay en los circuitos comerciales habituales. Como ya anticipó Germán Copini con Golpes Bajos: «El azul del mar inunda mis ojos. El aroma de las flore me envuelve. Contra las rocas se estrellan mis enojos . Y así toda esperanza me devuelve: malos tiempos para la lírica».
    (Por cierto, la canción es de Un Pinguino en mi Ascensor. Recuédame que te lo presente. Conozco a su manager. Y no es una coña)

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