No hay más ciego que el que no quiere ver

Hace tan sólo unos meses, en noviembre, pesaba unos 100 Kg, fumaba como un carretero, bebía (alcohol) como una esponja, comía cada comida como si fuese la última que iba a disfrutar y tomaba tres pastillas al día: una para la ansiedad, otra para el estómago y una tercera para reducirme el ritmo cardíaco, que siempre tenía acelerado. Por si fuese poco, con bastante frecuencia tomaba ibuprofeno y/o paracetamol para reducir los dolores musculares que sufría a menudo en diversas partes del cuerpo. A mediados de Noviembre, hace ahora ocho meses, dejé de fumar y el día 21 de ese mismo mes publicaba en este blog esta entrada porque no observaba, de manera instantánea, ninguna diferencia significativa por haber dejado de fumar. Sin embargo, a corto plazo, si iba a descubrir un importante cambio en mi cuerpo como consecuencia de haber dejado el hábito de la nicotina. En la cena de alumnos del Cerrado de Calderón que hicimos en navidades pesaba 109,8 Kg, mi record histórico, y tenía este aspecto:

En diciembre de 2010
En diciembre de 2010

En diciembre de 2010

En diciembre de 2010

En efecto, había ganado casi 10 Kg. de peso como consecuencia directa de dejar de fumar. Fumar no sólo produce sensación de saciedad en el estómago y hace que comamos menos, sino que además la nicotina es un importante acelerante del metabolismo basal, por lo que dejar de introducirla en nuestro organismo decelera el metabolismo y hace que resulte más fácil acumular grasa. De ahí que, aunque intentemos controlarlo, es casi inevitable ganar peso al dejar de fumar. No obstante el notable sobrepeso, «yo me encontraba bien conmigo mismo». Ya.

No hay retos imposible, sólo personas incapaces

A finales de marzo de este año me encontré con esta videonoticia en «El Mundo» y, tras investigar un poco acerca del Dr. Brugos y de su dieta Isolipoproteica y de someterme a un análisis de sangre para tener valores de referencia antes del comienzo del plan nutricional, el día 11 de marzo, hace ahora apenas 3 meses comenzaba una rutina nutricional revolucionaria basada en la ingesta, 7 veces al día, de pequeñas porciones de proteina y grasa y eliminando casi por completo los hidratos de carbono de mi dieta. Pesaba entonces 109,4 Kg y tenía un contorno a la altura del ombligo de 127 cm.

Ni que decir tiene que me llovieron todo tipo de advertencias y avisos acerca de contravenir radicalmente lo que durante tanto tiempo nos han enseñado: la pirámide nutricional, con su extensa base de hidratos de carbono y su pequeña cúspide de carnes y grasas.

Vaya por delante que esta mañana pesaba 85,1 Kg. y mi contorno a la altura del ombligo es de 112 cm, o sea que en tres meses he perdido 24,3 Kg. de peso y he reducido mi barriga en 15 cm., o lo que es lo mismo, he pasado de una talla 60 de chaqueta a una 52 (o incluso 48, según la marca), de una talla 38 de vaqueros a una 33, de una talla XXL en polos y camisetas a una L, y así sucesivamente. Este es mi aspecto esta mañana mientras escribo el post: (desgraciadamente aún no he recuperado el pelo, pero todo se andará)

15 de Julio de 201115 de Julio de 2011

Pero quizás los cambios más significativos no están a la vista y quiero detallarlos para que le déis una vuelta, como yo hice, al tipo de vida que llevamos y las nefastas consecuencias que esta tiene en nuestro organismo. Para empezar, no tomo ninguna de las tres o más pastillas que antes tomaba. Ya no las necesito. Mis análisis han ido evolucionando de peor a mejor en estos tres meses, hasta el punto que en el último análisis que me hice (tercera semana de Junio) ya tengo todos los indicadores dentro de los valores de referencia. Además, tengo mucha más energía que antes incluso durmiendo menos, me canso muy poco y disfruto mucho más de cualquier cosa. ¿Es el estado de ánimo un tema meramente psicológico? Ahora lo dudo.

Hace unos días tuvimos el placer de cenar con el Dr. Brugos y su encantadora esposa y colaboradora aprovechando que estábamos de vacaciones en su ciudad de residencia. Nos decía en la cena que «todo en el organismo está directamente relacionado con la nutrición» y que «lo más importante para el organismo son tres cosas: nutrición, nutrición y nutrición». La nutrición no es la ingesta de alimentos, sino la asimilación de los nutrientes presentes en ellos. Si uno se pasa la vida comiendo alimentos carentes de nutrientes acaba por estar desnutrido. Ya me advirtió el Dr. Brugos al comienzo de mi programa personalizado que aunque pesara cerca de 110 Kg me encontraba totalmente desnutrido. Me costó creerle, pero viendo el mejor ejemplo de sus enseñanzas -que es él mismo-, tuve que darle el beneficio de la duda y probar. Ahora, de vuelta a los ochentas que no veía en una báscula probablemente desde hace unos ocho o nueve años, no puedo sino más que recomendar a cualquier persona que tenga un problema que pueda estar, aunque sea mínimamente, relacionado con la nutrición que consulte al Dr. Brugos antes de iniciar cualquier tipo de dieta porque la mayoría, sólo sirven para desnutrir y eliminar tejido muscular y líquidos.

 El coraje es como una cometa; los vientos en contra la levantan más alto

Una nota antes de acabar. El Dr. Brugos lleva la contraria a una parte importante de la comunidad nutricionista del mundo occidental. Mientras la mayoría nos aconseja que nos hinchemos de cereales, pastas, frutas y verduras, él lleva años diciendo que dejemos de ingerir estos en beneficio de las carnes, pescados y aceites. Esta circunstancia, como es lógico, no le ha proporcionado un gran grupo de admiradores entre la mal llamada «comunidad científica», pero si lo ha hecho entre las personas que hemos seguido sus planes nutricionales. Basta con mirar los foros de la revista Sport Life o los testimonios de su web para entender de lo que hablo. Digo mal llamada porque el método científico debe tener un importante componente de prueba y ensayo, algo que obviamente la pirámide nutricional adolece.

No caeré en el tópico de compararle con Galileo o cualquier otro genio que contraviniese un orden establecido, pero si dejaré una pista al respecto. En este video del programa Espejo Público de Antena 3, el renombrado Dr. Cidón Madrigal, que ha vendido miles de libros de dietas y nutrición en España, trata de rebatirle al Dr. Brugos sus argumentos. A quién le interese el tema le recomiendo que, antes de ver el video, le quite el sonido a su ordenador para no escuchar lo que dicen. Es un ejercicio sencillo: básicamente, hay que mirar a uno y a otro y preguntarse quién de los dos tiene razón. Después, si se desea, se puede volver a ver con el volumen subido dado que el discurso del Dr. Madrigal no es ni mucho menos concluyente en sus tesis contra el Dr. Brugos. Por ello, mi apoyo va para el Dr. Brugos porque con el coraje que muestra al enfrentarse a un orden establecido marca la diferencia. Para quién quiera adentrarse más en el tema, aquí puede conseguir su último libro.

9 Comments

  1. O sea que ni hawaian punch, ni chorreantes burgers de wendy´s, ni snikers, ni marshmallows, ni root beer, ni ná de ná … 😉 Se te ve hecho un palo. Vamos a tener que ir pensando en pasar del Brugal al Brugos 😉

  2. Bueno, para ser sinceros, un día al medio día estábamos con los niños en Animal Kingdom y nos cayó una tromba de agua de repente de las que hacen época. En pocos minutos y en el exterior nos llegaba el agua a los tobillos. Salimos del parque como pudimos y los niños estaban, además de mojados, muy penosos. Como es lógico, todos los visitantes tuvimos la misma idea al mismo tiempo: vamos a comer al Rainforest Café de la entrada, que es muy chulo para los niños. Como también es lógico, tuvimos que esperar cerca de 45 minutos para conseguir una mesa pese a que el aforo del restaurante es de 1.980 comensales y eran las 3 de la tarde, una hora muy tardía para comer en EEUU!

    Pues bien, una vez en la mesa, la pequeña amagaba con dormirse, Nacho estaba bastante inquieto jugando con todo molestando a los vecinos de mesa y Pablo estaba con el pavo subido, así que, sin pensármelo dos veces, me pedí el Margarita más grande que tenían (tamaño XXXXL americano), todo tipo de entrantes (nachos, alitas, fingers, guacamole, palitos de queso, quesadillas, burritos…) y para regarlo todo un plato principal consistente en 6 gambones rebozados en coco y un solomillo de buey, con su correspondiente ensalada de col y verduras a la plancha. Vamos, que en una sentada me calcé lo que habitualmente me como en 2 días, pero es que las circunstancias no daban opción a otra cosa 🙂

    En fin, un día es un día…

  3. Querido Carlos:
    Con todo el cariño del Mundo, me alegra mucho que con tus nuevos hábitos de vida hayan mejorado sensiblemente tu salud, pero de ahí que «la mal llamada comunidad ceintífica se equivoca» me parece un comentario, cuanto menos, atrevido de más. Lo único que demuestra lo bien que te ha ido con esta dieta es eso… que a tí te ha ido bien (de lo cual me alegro enórmemente, todo vaya por delante), pero no sienta «evidencia científica» ninguna con respecto a lo que dice el Dr. Burgos. Y ojo, que yo no digo que no pueda tener razón, pero desde el punto de vista científico (y cuando quieras nos sentamos y te lo explico), está aun muy lejos de generar «evidencia científica» sobre sus teorias (como bien sabrás para eso no sólo se necesitan, estudios, sino estudios sobre estudios anteriores, también llamados revisiónes, o incluso lo que se llaman meta-análisis, y para eso hacen falta, a día de hoy, unos pocos de años de investigación).
    Lo que él comenta sobre la epidemia de obesos que asola medio mundo, no es más que gente que se pasa, de una u otra manera, por el forro, lo que los científicos tiene archidemostrado desde hace muchos años.
    En fin, este tema tendría muchas horas de conversación….
    Un saludín

  4. Ups…me equivoqué escribiendo… Repito la primera frase: Con todo el cariño del Mundo, me alegra mucho que con tus nuevos hábitos de vida haya mejorado sensiblemente tu salud, pero de ahí a que “la mal llamada comunidad ceintífica se equivoca” me parece un comentario, cuanto menos, atrevido de más.

    Creo que ahora está todo correcto.

  5. Pablo,
    Coincido contigo precisamente en que hay que investigar bastante y no dar las cosas por sentado. De hecho, de la mera lectura de los posts de sus pacientes en la revista Sport Life o de la lectura de los testimonios en la página web de la isodieta se desprene que este sistema no funciona, como parece que implicas, sólo conmigo. Muy al contrario, son muchísimas personas las que corroboran lo que yo aquí he escrito. Además, sobre tus estudios, revisiones, meta análisis y demás, recopilemos las fechas de lo que hemos aprendido:
    1. El Dr. Brugos tiene unos 72 años.
    2. Lleva más de 30 años sin tomar carbohidratos, en especial los provenientes de vegetales como fruta y verdura.
    3. Antes de la dieta Isolipoprotéica, el Dr. Brugos ha experimentado con otras dietas y, tras años y años (más de 30) ha llegado a estas conclusiones. Por ejemplo, la famosa dieta Dukan que ahora media España sigue es perjudicial por su baja o nula ingesta de grasa. Cualquiera que hable con el Dr. Brugos 10 minutos se da cuenta que donde muchos van el ya ha ido y vuelto varias veces.
    ¿Qué pretendes? ¿Qué pasen 100 años en lugar de 30 para que una investigación sea válida? ¿Qué todos los que llevan toda la vida ganando dinero repitiendo las mismas cosas de repente dejen de hacer lo que siempre han hecho? Creo que se te escapa la parte económica de este pastel, y eso que las bases están en los videos que he referenciado. Una pista, dos alimentos muy baratos de producir y que sirven para la mayoría de las comidas (la patata y el azucar) no aportan ningún nutriente esencial. Tan sólo aporte energético. Mira la composición de todo lo que tienes en tu cocina. Te vas a sorprender. Yo he encontrado fécula de patata en alimentos tan poco sospechosos como las pechugas de pollo «vuelta y vuelta», las hamburguesas de Atún para niños, salsas, etc. Si miras la cantidad de azucar que hay en la mayoría de cereales que son la «base de la pirámide alimenticia» es cuando te empiezas a dar cuenta de que las cosas no son ni por asomo cómo nos las plantean.
    En cuanto a la cuestión de la comunidad científica, no es el Dr. Brugos el único que la contradice. Ellos mismos se contradicen en estos temas a diario, sin ayuda externa alguna. Algunos ejemplos de porqué es mejor no escuchar lo que se repite a la saciedad que después se demuestra que no tiene sentido:
    1. «Hay que seguir la pírámide alimenticia. Es la base de una vida sana». Vale, ahora la han cambiado e incluso ya no se representa en pirámide sino en platos o raciones. ¿Quiere esto decir que la anterior que hicieron estaba mal? Si tan bien estaba la pirámide (la que aún se sigue usando en España) ¿cómo es posible que cada vez estemos, en general, más gordos?
    2. «No abusar de los huevos. Suben el colesterol». Tras numerosos estudios y como sabes, se ha demostrado que ingerir muchos huevos no sólo no sube el colesterol (malo), sino que además aporta una cantidad de proteina y grasa muy importante para el organismo.
    3. «Hay que tomar mucha leche, sobre todo los niños. No espera, creo que era «más de un vaso y medio de leche al día es perjudicial..». No, no, lo han vuelto a cambiar… Otra vez se puede tomar mucha leche pero desnatada para no engordar… Coño, ¡pues no acaban de descubrir que la grasa de la leche, en proporciones adecuadas, no engorda tanto como se creía…!
    4. «Hay que tomar pescado varias veces a la semana porque es muy rico en ácidos grasos Omega 3 y otros nutrientes». Bueno, según parece ahora no hay que tomarlo porque nos contaminamos de Mercurio.
    5. La sal es muy mala para el organismo y en especial para el sistema circulatorio. ¿Tengo que hablarte del estudio que se publicó antes de ayer con respecto a la sal? No digo que el estudio esté en lo cierto, digo que siempre se puede volver a investigar algo y sacar nuevas conclusiones.
    6. «El aceite de oliva engorda mucho porque tiene muchas calorías». Esto ha pasado a ser «el ORO LÍQUIDO es el mejor ingrediente de la dieta mediterránea.» ¿Será entonces que antes estaban equivocados o quizás lo están ahora, o en realidad no tienen ni puta idea?

    Así puedo estar una hora, pero entonces no voy a acabar nunca de hacer las chapuzillas que tengo pendiente en casa 🙂

    Pablo, veo que no has hecho el ejercicio que he sugerido. Por favor, quita el volumen y mira el cara a cara en Antena 3, sin escuchar lo que dicen. ¿no te parece claro qué metodo alimenticio es más saludable? Eres cabezoncillo, como buen Davó, ¿pero ciego?

  6. 1º Para empezar, en intentado ver el video… pero el link no funciona (no es que no haya hecho los deberes)
    2º He estado mirando en Medline (que como sabrás es la más completa base de datos de artículos ceintíficos que existe a día de hoy) y del señor Burgos J, sólo lo he encontrado en un par de artículos de 1974 y 1962 respectivamente (y no tengo claro que sea él). Por supuesto, por Burgos J o (J algo) aparecen unos pocos de arículos más, pero todos van sobre ginecología, pediatría, medicina interna o cardiología o sobre diversos aboradages quirúrgicos y ninguno sobre tema de dietas (por lo tanto udo que sean obra suya)

    En fin… te repito que puede que este señor tenga razón (yo no se la quito) pero no me llames a lo blanco negro y no digas que tiene evidencia científica si ni siquiera le han publicado un dichoso artículo científico en Medline en los últimos 37 años. ¿Quien es más Davó de los 2 ahora?

  7. Tú eres más Davó, porque según parece estás buscando «Burgos» cuando se llama «Brugos». 🙂
    Ya he arreglado el enlace. Lo siento, nadie me había dicho que no funcionaba.

    En cuanto a MedLine/PubMed: No aparece nada del Dr. Brugos. Supongo que tiene que ver con que es doctor por doctorado y no por médico y estás buscando en una base de datos de publicaciones médicas. Del mismo modo, no aparece ninguna publicación de Cidón Madrigal y sin embargo en España está muy bien considerado por la mal llamada comunidad científica y ha vendido, como he escrito, bastantes (muchos miles) de libros que soportan la nutrición «tradicional». Dado que el sr. Madrigal no aparece en MedLine ¿debemos suponer también que lo que él (y presumo que tú) defiende tampoco tiene evidencia científica alguna? Vamos Pablo, yo no he escrito sobre evidencias científicas. He escrito sobre resultados reales en personas reales. Los estudios, revisiones y meta análisis los pides tu, no yo. Yo pido que quién defienda unas teorías pueda sustentarlas con realidades y la realidad es que si comes la cantidad de hidratos de carbono que sugiere la pirámide alimenticia en relación con la ingesta de proteinas y grásas que también sugiere, acabarás irremediablemente hecho una pelota salvo que seas un deportista de élite que pueda quemar esa energía de rápida asimilación. La prueba está en que después de varias décadas, han cambiado la pirámide (pronto llegará a España el modelo actualizado) porque se han dado cuenta de que no funciona. Si alguien puede demostrarme lo contrario, no con estudios y meta análisis, sino porque me lo demuestra en su persona, me comeré mis palabras, una a una, y bien bañadas en carbohidratos para el deleite de las compañías fabricantes de alimentos y los productores de caña de azucar y patata. 🙂

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